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La batería de respaldo está diseñada para mantener un xPM completamente cargado durante un mínimo de 20 minutos. Se apagará cuando el voltaje alcance los 38 voltios para evitar que la fuente de alimentación se descontrole y se generará una alarma. Las baterías recargables perderán su capacidad de carga completa con el tiempo y deberán probarse y reemplazarse cuando su capacidad original caiga por debajo del 60 %. La batería de respaldo está diseñada para funcionar en modo de espera (flotación) durante aproximadamente cinco años. Este período de cinco años se basa en mantener la batería a 20 °C (68 °F) y mantener el voltaje de carga de flotación entre 2,25 y 2,30 voltios por celda. Esto incluye descargar completamente la batería cada tres meses. Ninguna batería debe permanecer en servicio durante más de cinco años, y si no se realiza mantenimiento, debe reemplazarse cada tres años. La vida útil se ve directamente afectada por el número de descargas, la profundidad de descarga, la temperatura ambiente y el voltaje de carga. La vida útil esperada puede acortarse en un 20 % por cada 10 °C que la temperatura ambiente supere los 20 °C. Las baterías nunca deben dejarse descargadas. Esto permite la sulfatación, lo que aumenta la resistencia interna de la batería y reduce su capacidad. La tasa de autodescarga es de aproximadamente un 3 % mensual a una temperatura ambiente de 20 °C. Esta tasa se duplica por cada 10 °C de aumento de temperatura ambiente por encima de 20 °C. El voltaje de descarga de la batería nunca debe ser inferior a 1,30 voltios para mantener su máxima duración. Por ello, se recomienda realizar pruebas de carga periódicas de las baterías para garantizar que tengan la capacidad suficiente para mantener el sistema durante un corte de energía. Las pruebas deben realizarse anualmente y con mayor frecuencia a medida que envejecen y pierden capacidad. Se recomienda realizar la prueba de carga fuera de proceso, si es posible, ya que no se dispone de batería de respaldo mientras se realiza la prueba y la recarga de la batería puede tardar hasta 16 horas. Disponer de una batería de repuesto para intercambiar, especialmente si se realiza durante el proceso, es una buena opción, ya que minimiza el tiempo sin batería de respaldo y permite recargar la batería probada en un banco de pruebas fuera del sistema para su posterior intercambio en la siguiente prueba. Si no se realiza un mantenimiento regular, la recomendación es cambiarlo al menos cada tres años en lugar de cada cinco.